

Ganar la confianza de un cliente es un proceso largo que conlleva mucho esfuerzo y dedicación. Por esta razón, y porque el usuario no llama dos veces, hay que tener en cuenta las siguientes premisas:
1) Practica la escucha activa: Hay que saber lo que piensa nuestro público y su modo o forma de actuar. De este modo tendremos ventaja para ofrecerles lo que necesitan.
2) Conecta con el cliente: Háblale de tú a tú, muéstrate cercano y accesible. Ofrécete para darle toda la información posible.
3) Cuida que el canal de atención sea efectivo: Ten siempre disponible una respuesta adecuada. Si un cliente te hace una consulta y no obtiene una respuesta útil, difícilmente se decidirá a contratarte.
4) Aporta un valor diferencial: Tenemos que ser distintos a nuestra competencia y para ello hay que cuidar los detalles.
5) Cumple siempre tu promesa: Tanto en la calidad del producto o servicio, como en el plazo de entrega o tipo de envío. Si surgiera cualquier imprevisto, actúa con rapidez, informa al cliente, demuéstrale que estás pendiente de él.
6) Averigua su grado de satisfacción: Una vez realizada la contratación, tienes que saber si el producto ha cubierto sus expectativas.
7) Intenta que vuelva: Hay que ofrecerles promociones, ofertas especiales u otras acciones de descuento que emprendamos.
Teniendo en cuenta todas y cada una de estas condiciones el grado de satisfacción de nuestros clientes y usuarios será elevado y, por tanto, volverá a contratar los servicios prestados por nuestra empresa.